A sonreír se aprende habiendo llorado mucho. Cuando te suena demasiado cualquier principio. Cuando deja de sorprenderte cualquier final. A sonreír se empieza en cuanto se aprende a soñar flojito.

lunes, febrero 7

solo quieren fumarse un mai

En ese mismo instante sentí que lo había perdido todo, que le había perdido a él, que en mi caso es mucho peor. Sus ojos ya no me miraban, pasaban de largo por entre la gente. Era como, otra más. Ya no era ella. Era eso, otra más. Ya no quedaban sonrisas para mí, ahora las dibujaba por otras. Sentí que todo aquello había desaparecido. Como que ya no me quería, al menos no como antes. Lo nuestro fue una historia corta, pero muy intensa. Había muchas ganas de estar juntos, sobre todo ganas. Había miradas de esas que lo dicen todo y palabras verdaderas. Paranoias, muchas. Y sonrisas sin falsedad. Era un sin el no hay ella y viceversa. Era dos en uno. Era increíble. Era tan perfecto. Era todo lo que una chica podría pedir. Era... amor. Pero aun asi yo no perdía esperanza alguna, de que algún día pudiésemos volver a empezar todo aquello, que un día empezó y que yo... daba por acabado.Aunque ya nada era lo mismo. Pensé cuando algo chocó contra mí. Sí, era el. Me puse demasiado roja para mi tez. Yo nunca me pongo tan roja. Me choqué con él y todo se esparció por el suelo... Me dijo que le perdonase, que no habia sido queriendo. Y un gran impulso me hizo abrir la boca y decirle cosas que jamás hubiese pensado decirle en una ocasión mas templada.

-No, no pasa nada. Ah por cierto, hace mucho que no hablamos. Sabes, te echo de menos.....(él me miro extrañado, como con indiferencia, recordé todo aquello que había estado pensando hace unos segundos)Mira, sé que no me porté demasiado bien, vale. Pero quiero una segunda oportunidad y la quiero contigo. La verdad es que no sé que fue lo que se me paso por la cabeza aquella vez, pero cada día estoy mas segura de que todo aquello fue un error, y que cada vez quiero estar mas contigo. Sí, es verdad, te echo mucho de menos. He echo lo imposible por no admitirlo, me he engañado a mi misma, por un poco de principios. No he querido ver que me he equivocado y... lo siento. En serio, que lo siento, me he comportado como una hija de puta... Pero sabré como recompensarlo enserio.

-Vaya... me has dejado... sin palabras diría. No sé que pretendes que diga a todo esto. Lo único que sé es que cada día lucho un poco... por olvidarme de ti. Ya no quiero nada mas que tenga relación contigo, por que sé que voy a hacerme daño antes o después. Mira... no puedo hablar ¿vale?. Ya nos veremos, adiós.


Y el mundo se me vino encima. Noté como llegaba al fondo. Me sentía arrastrada por palabras sin sentido, y me encontraba totalmente fuera de lugar. No sabía donde estaba, nada mas se me pasaba por la mente esas palabras, 'no quiero nada mas que tenga relacion contigo', resonaban en mi cabeza las muy putas, clavándose como flechas. Estaba como en estado ausente. Me quedé sola entre toda la gente, quieta, parada, sin saber que hacer ni que decir. Sin saber a donde ir. No supe reaccionar me sentí débil. Me ví en el fondo, creí estar ahí muy en el fondo, y lo único que podía decir es que no estaba muy a gusto en el. Durante aquellos días pensaba que ya nada merecía la pena. Que el mundo sin él, ya no merecía la pena.

No hay comentarios: