drogadicta

Ella se sentía débil, ya pocas cosas le quedaban por ver en este mundo, que cada día le parecía mas una mierda. Enamoradiza, como la que más. Y cierto día aparece él, con su cara de niño y poco a poco la hace sentir. Sentir esas cosas que todos sentimos. Esas cosas que son difíciles de explicar. Y muy poco a poco ese niño se hace un hueco en lo más profundo de su corazón. Ella... se engaña a si misma. Es algo imposible el enamorarse de alguien así, pensaba. Empezaron los sueños y las cosas absurdas y sin sentido. Cosas como que te hable por el tuenti. O que te invite a algo un sábado. Pero era algo más que eso. Que te de besos en la mano o que te llame princesa, ya no son cosas sin sentido. El la hacía sentirse tan bien, la hacía tener tantas sensaciones en un mismo cuerpo... El se enamoro de ella. Y ella tan jodidamente estúpida, seguía engañándose sabiendo que en el fondo, era lo que mas quería del mundo. Como he dicho, ella se sentía débil, hacía ya mucho tiempo que había dejado de creer en las hadas, en los mundos de colores y por supuesto en los príncipes. Había tenido muchas lecciones de la vida que jamas se le iban a olvidar. "Prevenir antes de curar" si, de eso se trataba. Pero lo que ella no sabía es que eso es algo que no se puede prevenir por mucho que quieras, que es algo que por mucho que lo intentes no te deja vivir con tranqulidad. Es algo horrible... pero que a la vez es precioso. Es enamorarse. Pero la realidad era aquella ella era débil y desconfiada, aun que quisiera aparentar ser lo contrario, y claro él tenia esos ojos, que eran tan inevitables. Ella en cierto modo me recordaba a los cocainomanos, que dicen que tienen el control, hasta que dejan de tenerlo y se enganchan a la mas jodida droga. Era algo así. Ella se creía que tenía el control de sus sentimientos pero, no, que va... eso no es algo que se pueda controlar. Eso es algo incontrolable e incontrolablemente se enamoró de él. Decir que no ya era engañarse a si misma. Así que decidió que lo mejor sería dejarse llevar... Lo mejor sería poner cartas en el asunto, decirle la verdad a la cara. Pero es que ella era tan débil, tan indefensa......Sí, esa chica era yo.