A sonreír se aprende habiendo llorado mucho. Cuando te suena demasiado cualquier principio. Cuando deja de sorprenderte cualquier final. A sonreír se empieza en cuanto se aprende a soñar flojito.

lunes, febrero 7

nene

Me da igual lo que pienses, voy a hacerte saber lo que quiero a la mayor brevedad posible. Puedes llamarme tonta, o retrasada, piensa lo que quieras. Pero un día me voy a aparecer delante de tu cuerpo y te voy a decir unas tres palabras, que te van a dejar sin ninguna otra. No te creerás nada de lo que salga por mi boca, pero tranquilo, te haré que creerlas. Después solo tendrás que escoger, entre un si, billete que te ofrece pasar el resto de tu vida conmigo. O un no, que probablemente sea la peor para mí, que hará que no quieras saber nada mas de todo lo mío. Y que más daño me hará por supuesto. Pero tranquilo, estos días he estado pensando un montón sobre las dos posibilidades, sobre la primera puedo decir que estoy totalmente preparada. Me quedan muchos años y ahora mismo lo que quiero es malgastarlos contigo. Sobre la segunda, diré que solo de pensarlo me tiemblan las piernas y mis ojos se encharcan al hacerme a la idea. Pero sé que estoy preparada para ese no y para unos 20 más. Así que no te preocupes por mi, me arreglaré como pueda...

No hay comentarios: