A sonreír se aprende habiendo llorado mucho. Cuando te suena demasiado cualquier principio. Cuando deja de sorprenderte cualquier final. A sonreír se empieza en cuanto se aprende a soñar flojito.

jueves, febrero 17

3:39 a.m

No podía dormir. Todo me daba vueltas. La cabeza no dejaba de pensar en sus putas palabras. Yo solo quería dormir un poco. Pero que va. Su sonrisa no me dejaba.

Decidí levantarme de la cama. Busqué de forma inmediata un pitillo y un mechero. Fue completamente irracional. Me podía haber puesto a ver la tele para distraerme un poco pero quise hacer lo contrario y con mi cigarro en la mano salí al balcón.

Pensé tanto. Pensé tanto en él, corrijo. Pensé tanto en todos los momentos que viví junto a el. Se me pasaron por la cabeza absurdas paranoias como, 'quien tuviese una maquina del tiempo...'. A esas horas no estaba yo muy hábil para pensar mucho mas que eso. Pensé que le quería tanto y de manera tan inexplicable. El cigarro se consumía lentamente, pero yo seguía con mi soledad, con mi cajetilla de Lucky y con todas las farolas de la calle escuchando mis pensamientos mas jodidos. Pense que que me habia podido pasar para trabarme tantisimo por él. Sabia perfectamente que me gustaban las cosas imposibles, pero no pensé ser masoca en ningun momento. Ahora si que lo pensaba. Parecía que me gustaba pasarlo mal, dolor, lagrimas, noches sin dormir y todo eso, ya sabes. Poco a poco me iba quemando los dedos. Tiré el filtro al abismo del balcón. Me quedé en blanco durante unos 5 minutos y 23 segundos. Pero el pensamiento volvió a mi cabeza. Volví a cojer otro pitillo... comenzaba a dolerme la cabeza y los ojos querian descansar de una puta vez. Pero yo sabía que mi insomnio no era tan facil de superar.

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