A sonreír se aprende habiendo llorado mucho. Cuando te suena demasiado cualquier principio. Cuando deja de sorprenderte cualquier final. A sonreír se empieza en cuanto se aprende a soñar flojito.

viernes, febrero 25

me fui

Tú me sacas de quicio, haces que no pueda sacarte de mi cabeza. A veces no te entiendo, no entiendo tus gestos y tus enfados de niño pequeño. Odio que me contestes y que muestres conmigo esa bordería que te describe. Eres un niñato que no sabe lo que quiere, borde, maleducado, bulgar y gilipollas, pero tú niñato borde maleducado bulgar y gilipollas eres todo lo que una estupida como yo necesita-.

No hay comentarios: