A sonreír se aprende habiendo llorado mucho. Cuando te suena demasiado cualquier principio. Cuando deja de sorprenderte cualquier final. A sonreír se empieza en cuanto se aprende a soñar flojito.
martes, marzo 15
Cuento sin final, ni final feliz
Harta de obligarme a pasar pagina, cuando en la anterior esta todo lo que necesito.
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