A sonreír se aprende habiendo llorado mucho. Cuando te suena demasiado cualquier principio. Cuando deja de sorprenderte cualquier final. A sonreír se empieza en cuanto se aprende a soñar flojito.

sábado, marzo 12

Abrázame y nunca dejes de hacerlo.

Aún sigue en mi cabeza eso de que, que poco valiente soy. Que de que manera pierdo esa estúpida teoría de que no te quiero copa tras copa, y que es verdad... eso de que los borrachos dicen la verdad. Ya que esto va de borrachos, yo quiero beberme tus labios, quiero emborracharme de besos tuyos. Quiero que me abraces y que sientas... que no quieres soltarme.

Sigo sin poder decirte las verdades a la cara, pero otro tipo de verdades. Verdades como puños. Te quiero de verdad. Parece que se a puesto de moda eso de decir te quiero, pero yo no pienso de esa manera. Yo sigo convencida de que los te quiero no son palabras de usar y tirar y que cuando se diga, debe de ser de verdad. Y yo puedo decir, que te quiero. Todavía no sé el por que de poderselo decir a uno, a otro al vecino de en frente, y no poder decírtelo a ti.

Me encantaría que leyeses mi pensamiento... que supieses lo que me pasa por la cabeza al verte. Joder que guapo va, joder como le quiero. Y que repentinamente vengas y que me des un beso. Por que con el paso del tiempo una aprende que estar enamorada no es, que me guste como te queda ese pantalón, con el paso del tiempo una aprende, que es querer pasar las horas a su lado y saber que no es perfecto pero aún así gustarte todos sus defectos.

Lo cierto es que todavía sigue en mi cabeza eso de que, que poco valiente soy... al no poder decirte... que ya que has entrado en mi vida, que te quedes un poquito más de tiempo. Que te quiero en mi vida. Que...¡te quiero!

No hay comentarios: