A sonreír se aprende habiendo llorado mucho. Cuando te suena demasiado cualquier principio. Cuando deja de sorprenderte cualquier final. A sonreír se empieza en cuanto se aprende a soñar flojito.
viernes, enero 7
todavía te quiero pero no te espero
Donde vivían los recuerdos que viví junto a ti hasta que rompiste mi corazón
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