A sonreír se aprende habiendo llorado mucho. Cuando te suena demasiado cualquier principio. Cuando deja de sorprenderte cualquier final. A sonreír se empieza en cuanto se aprende a soñar flojito.
miércoles, enero 26
quise juntar el agua con aceite
No sé que quieres que te cuente ya, ahí demasiadas cosas que pasan por mi mente. Hay tantas cosas que en algún momento me parecían imprescindibles y que ahora ya no lo parecen tanto. Hay tantas otras que parecían tan fáciles de negar, cuando hoy es prácticamente imposible hacerlo. Ya creo que lo he dicho todo. En la actualidad, creo, que tengo la cabeza bastante bien amueblada, y aunque en el exterior parezca una niña caprichosa, y que no sabe lo que quiere. Sé que lo sé. Verás esta historia esta todavía por la trama, todavía quedan muchos capítulos hasta el final... Por otro lado, quiero aclarar que me veo lo suficientemente fuerte para superarlos. Recalco así, que tengo un poco de miedo, por perder mis cosas de valor. Y sé que todavía tengo cosas por cumplir, y objetivos que proponerme... pero ¿quien me dice que no los voy a cumplir? ¿tu? JÁ, me río en tu cara de tu cara chaval. Mira, de pelear con la vida tengo ya los nudillos cansados, pero que sepas que eso solo los refuerza para que la próxima vez, el que tenga la cara echa un cuadro seas tu. También parece mentira que a día de hoy... seas algo irreemplazable y que seas ese "ni contigo ni sin ti". ¿La verdad? no creo en los cuentos de hadas, ni en las princesas, ni en los príncipes, siempre me a parecido muy surrealista. Es la verdad, por que ni yo soy una princesa ni el un príncipe, ni hay un hada para corroborarlo. Creo que he perdido muchas batallas, pero que ya se verá el fruto de mi perseverancia, llegara ese punto en el que el mundo no sea suficiente.
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