A sonreír se aprende habiendo llorado mucho. Cuando te suena demasiado cualquier principio. Cuando deja de sorprenderte cualquier final. A sonreír se empieza en cuanto se aprende a soñar flojito.

martes, enero 4

Duele, duele mucho, echarte de menos y quererte cada día un poco más.

Le podía haber dicho que le quería, que echaba de menos hablar con el, que echaba de menos sus grandes ojos y sus manos al lado de las mías. Que quería su calor siempre cerca de mi. Que me asustaba mucho eso de no tenerle conmigo y que me asustaba mucho mas que un un fantasma del pasado. También le podía haber dicho que odiaba el día a día sin el, y que tan solo una sonrisa suya me valía para seguir adelante, pero no que va... no lo hice.


Se te nota en la mirada, que vives enamorada

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