A sonreír se aprende habiendo llorado mucho. Cuando te suena demasiado cualquier principio. Cuando deja de sorprenderte cualquier final. A sonreír se empieza en cuanto se aprende a soñar flojito.

martes, mayo 11

y tu y yo en esta NORIA.


y aunque me joda reconocerlo, no les falta razón a esos que dicen que a ostias aprende la gente.

No hay comentarios: