A sonreír se aprende habiendo llorado mucho. Cuando te suena demasiado cualquier principio. Cuando deja de sorprenderte cualquier final. A sonreír se empieza en cuanto se aprende a soñar flojito.

martes, mayo 11

Oh, sí claro...

—¿Qué coleccionas? ¿Cromos?
—Sí, de Tarzán y de tu puta madre.

y te deja sola con un débil movimiento de cabeza...

No hay comentarios: