A sonreír se aprende habiendo llorado mucho. Cuando te suena demasiado cualquier principio. Cuando deja de sorprenderte cualquier final. A sonreír se empieza en cuanto se aprende a soñar flojito.

lunes, mayo 3

Jaleo.

Te invito a pisar los charcos desde mi hotel hasta tu barrio,
Te invito a cantar canciones toda la noche hasta desgastarnos los labios,
Te invito a estrenar la luz que entre mañana por la mañana por la ventana.
Te invito a que cambiemos de planeta y a dormir en las aceras.

Te llevaré a paraísos artificiales donde nada es verdad.
La realidad es demasiado aburrida y ya comienza a marchitar tus días.

No hay comentarios: