A sonreír se aprende habiendo llorado mucho. Cuando te suena demasiado cualquier principio. Cuando deja de sorprenderte cualquier final. A sonreír se empieza en cuanto se aprende a soñar flojito.

miércoles, mayo 26

CA-LI-FOR-NIA!!

oh humphry, sácame a bailar,
pero solo eras la bailarina de la parte de atrás de la película
y oh sí, nena, tú valías mucho más que el resto,
quedará mucho más, pero picaste el anzuelo,
qué dará mucho más, si el tiempo no era el reloj de oro de los escaparates...

No hay comentarios: