A sonreír se aprende habiendo llorado mucho. Cuando te suena demasiado cualquier principio. Cuando deja de sorprenderte cualquier final. A sonreír se empieza en cuanto se aprende a soñar flojito.
miércoles, mayo 26
como de aquí a tu boca, a tus besos.
buf, ¿tan lejos esta?
jo, pues si, como de aquí a su boca y dando dos vueltas...
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