A sonreír se aprende habiendo llorado mucho. Cuando te suena demasiado cualquier principio. Cuando deja de sorprenderte cualquier final. A sonreír se empieza en cuanto se aprende a soñar flojito.

domingo, mayo 23

-@Erik_Cohen

-A veces es difícil no tropezar con la misma piedra dos veces,sobretodo cuando te la cambian de sitio.

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-Sin las hormonas adolescentes las acciones de kleenex no valdrían nada.

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