A sonreír se aprende habiendo llorado mucho. Cuando te suena demasiado cualquier principio. Cuando deja de sorprenderte cualquier final. A sonreír se empieza en cuanto se aprende a soñar flojito.
sábado, mayo 29
arose
Aveces hay tantísima belleza en el mundo que siento que no lo aguanto, y que mi corazón se está derrumbando.
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