A sonreír se aprende habiendo llorado mucho. Cuando te suena demasiado cualquier principio. Cuando deja de sorprenderte cualquier final. A sonreír se empieza en cuanto se aprende a soñar flojito.
viernes, mayo 14
me le comía con envoltorio y tóh.
el es mi cinderello, cuando le veo me le seco con cautelo... JAJA
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