A sonreír se aprende habiendo llorado mucho. Cuando te suena demasiado cualquier principio. Cuando deja de sorprenderte cualquier final. A sonreír se empieza en cuanto se aprende a soñar flojito.

lunes, mayo 2

vendido cabrón-

Que no, que el mundo puede decir lo que quiera, pero yo lo tengo muy claro. Yo, jaja, yo. Yo no me vendo, no. No vendo mis labios por un par de palabras que calientan la entre pierna, mi boca no está en venta. Mi boca se regala, a aquel que me hace soñar, al que me haga poner en practica 'un vuelco al corazón'. A ese que altere la velocidad de mi respiración. Mis labios están en paro, pero están que no es poco. Están en no disponibles, para todos aquellos que buscan una noche o tener unos labios por tener. Mi boca vive sonriendo por si algún tonto con ojos azules le da por enamorarse de ella.

No hay comentarios: