A sonreír se aprende habiendo llorado mucho. Cuando te suena demasiado cualquier principio. Cuando deja de sorprenderte cualquier final. A sonreír se empieza en cuanto se aprende a soñar flojito.
lunes, mayo 30
Bésame.
Por esa droga que todos hemos probado, que nos encanta, y que nos hace llegar a mundos desconocidos mas allá de todo lo posible. Que nos lleva a parar el tiempo, que nos hace perder la cabeza, pero no la sonrisa. Por los besos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario