A sonreír se aprende habiendo llorado mucho. Cuando te suena demasiado cualquier principio. Cuando deja de sorprenderte cualquier final. A sonreír se empieza en cuanto se aprende a soñar flojito.

lunes, mayo 2

sustancial

Para que mentir. Para que mentirme. Para que mentir diciendo que me das igual, cuando estoy pendiente de ti constantemente. Si dos de cada tres minutos te necesito. Si dejaría medio mundo por escaparme contigo. Si tus ojos azules me pierden en un mar de dudas.

No hay comentarios: