A sonreír se aprende habiendo llorado mucho. Cuando te suena demasiado cualquier principio. Cuando deja de sorprenderte cualquier final. A sonreír se empieza en cuanto se aprende a soñar flojito.

martes, junio 1

COME INTO MY LIFE!!!!!!


Llegamos, hola, que tal? bien y tú?!
COMIENZA.
Y es justo ahí cuando suena la mítica canción del verano que quedara grabada en nuestras memorias por toda una vida. Todavía avergonzadas, no paramos de hablar pero no dejamos que hablen nuestros cuerpos. Vas sintonizando la melodia, paso a paso. Unas copitas por aquí, gracias! Y de un trago todas salis a la pista a darlo todo, como nunca. Cantais a voces y nadie os puede parar os creeis que nadie os mira, que sois las reinas del mundo y que siempre reinareis, no hay limite, la noche se hace ilimitada y nada ni nadie lo puede impedir.Poco a poco va entrando el ritmo, a tu alma. Y justamente es cuando sientes que vas poco a poco perdiendo el control, te dejas llevar por completo, y dejas que tu lenguaje sea el corporal. Ya nada te puede parar. El sonido de los altavoces se sincroniza con el de tu corazon y ya nada es imposible, todo puede suceder ahí y ahora. Come into my life! - gritas. Come into my life! - vuelves a gritar. Y todas, y tu con ellas, se empiezan a reír. OTRA CHUPITO! y brindamos... brindamos por la vida, y por que solo importa el pasárselo bien!, clin clin clin clin resuenan todos los vasos. Tambien dejamos que la música de acompañamiento sean nuestras risas incontrolables. Jajajajajajaajjajajaajajajajajajajaaj. No te arrepentiras de nada de lo que hagas esa noche, lo sabes y no quieres dejarla pasar tan rapidamente, es una gran noche y tu te luces mas que nunca. Eres como la bola de discoteca eres el centro. Todas un poco subiditas de tono, bailamos a loco y sin medida. Ya no eres tú, ahora es tu cuerpo. Y derrepente entra él, y sin darte cuenta gritas, bailas, y llamas mucho la atención junto a ellas. Te lo pasas jodidamente bien, sabes que ese segundo no te lo va a quitar nadie. Te acercas a él... y le susurras: "come into my life... please" y todo se vuelve del revés, él te besa suavemente la oreja, muy muy lento. Y todo te da vueltas no sabes si quiera si es el efecto del alcohol, o su efecto, el efecto de él, de su cuerpo junto al tuyo, o de sus labios, comiéndote la oreja. Oreja, cara, cara, boca, te come apasionadamente la boca. Te muerde cada parte de tu cara y la fiesta no para, nadie quiere darle al pause. Ese es verdaderamente el momento que se te hace eterno y no quieres que acabe nunca, nunca. Tu cuerpo es el suyo, inversamente. No quieres separarte, quieres que la noche no acabe, y que te despiertes en ese mismo segundo de desenfreno incontrolable. Come into my life... recuerdas.

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