A sonreír se aprende habiendo llorado mucho. Cuando te suena demasiado cualquier principio. Cuando deja de sorprenderte cualquier final. A sonreír se empieza en cuanto se aprende a soñar flojito.

lunes, junio 7

ai gominola, gominola.

Dios dame paciencia, porque como me des fuerza,
la MATO!-

No hay comentarios: