A sonreír se aprende habiendo llorado mucho. Cuando te suena demasiado cualquier principio. Cuando deja de sorprenderte cualquier final. A sonreír se empieza en cuanto se aprende a soñar flojito.

lunes, junio 7

standby

2 comentarios:

Agrimonia dijo...

¡Me gusta mucho tu blog! ¡Te sigo!
Ah, si miras mi perfil, entra en el blog que quieras, pero te recomiendo el de Fotógrafa de sensaciones.

Agrimonia dijo...

¿Como te sigo?