A sonreír se aprende habiendo llorado mucho. Cuando te suena demasiado cualquier principio. Cuando deja de sorprenderte cualquier final. A sonreír se empieza en cuanto se aprende a soñar flojito.

sábado, abril 16

si te vas no queda nada

Siento que me quitaron un pedazo de mi alma, si te vas no queda nada, queda un corazón sin vida, que a raiz de tu partida, se quedo solo, gritando... pero a media voz.

No hay comentarios: