A sonreír se aprende habiendo llorado mucho. Cuando te suena demasiado cualquier principio. Cuando deja de sorprenderte cualquier final. A sonreír se empieza en cuanto se aprende a soñar flojito.

miércoles, enero 4

sky

Creo que es algo difícil de describir ¿no? Lo que siento, lo que me hace sentir. Es algo realmente complicado. Lo podría comparar con miles de cosas, pero ciertamente la comparación perfecta sería la droga. Es algo así como mi droga, mi marca exacta de droga. Para mí, estar con él es lo mejor que me ha podido pasar en esta puta vida, es como que nada mas me importa, él me alegra los días con sólo un beso, o con cientos de ellos... Me hace ver las cosas de otra manera, todo parece distinto... las horas corren demasiado deprisa, no sé, es raro, me pongo tonta y sólo puedo sonreír, pase lo que me pase, ya puede acabarse el mundo, que yo seguiría sonriendo si le tengo a mi lado. Pero sin embargo cuando él no está... cuando él no está, no sé seguir, las lágrimas caen solas, los minutos se hacen eternos y todo me duele. Los días se vuelven grises y de repente lluviosos para mí y sólo puedo mantener una idea fija en mi cabeza: que esto se acabe ya. Como una puta pesadilla. La verdad es que prefiero ni pensarlo, sólo le quiero a él, para siempre, conmigo, besándonos en todos los sitios posibles, cuando queramos, sin importarnos nada mas en el mundo, sin necesitar nada más... Por que la verdad es que le necesito a él por encima de todas las cosas, por que es mi marca exacta de droga y sin él me cuesta hasta respirar.

No hay comentarios: