A sonreír se aprende habiendo llorado mucho. Cuando te suena demasiado cualquier principio. Cuando deja de sorprenderte cualquier final. A sonreír se empieza en cuanto se aprende a soñar flojito.

lunes, enero 16

viviremos con lo que vendrá, y lo haremos solos; "ahora todo habla de los dos"

Siempre he sabido que el amor tenía sus pros y sus contras, que tenía dos lados, supongo que como todas las cosas, el lado bueno y el lado malo. También hay dos tipos de amor, el amor de los que quieren más y los que quieren menos. El amor para mí siempre ha sido una balanza; un tira y afloja; donde para poder continuar había que pegarle una gran patada a tu orgullo. Yo, en verdad,suelo ser del tipo de amor que quiere más, que es el peor de los dos. El miedo recorre todo tu cuerpo, el miedo a perderlo todo. Eres vulnerable ante la otra persona. Y desconfiar es algo habitual en tu rutina... Pero a pesar de los pros me gusta este tipo de amor, por que vives todo con más intensidad, como en una partida de poker, arriesgando sentimientos. Este es el amor de la gente que arriesga lo cierto a lo incierto, por que ese amor sobrepasa todos los limites. Te llevas todos los palos del mundo, pero a la vez, los momentos mas bonitos. Y eso me encanta.Después está el amor de los que quieren menos, que supongo que es el tipo de amor en el que todo da más igual, el tipo de amor que ni si quiera se podría denominar amor. Es una balanza en la que tienes que elegir si pasarlo mal compensa los momentos que erizan la piel. Denominaría el amor como una puta montaña rusa, me arriesgaría a decir que es felicidad mezclada con todas las cosas; mejor dicho lo clasificaría como aquel hilo del que pende tu felicidad y tus buenos días. El amor es tantas cosas, tan bonitas y tan feas ala vez. Aunque el amor; mi real definición de amor; se resume a una persona...él. Él es esa patada a mi orgullo, mi miedo más grande, y sí me siento pequeña y vulnerable frente a él. Pienso que me ganaría toda las batallas con tan sólo un susurro de un te quiero acompañado de un beso lento. Es mi rompedero de cabeza, es mi partida de poker. Y ahora es cuando digo que para mí, si que merece la pena quererle, por que por muchas ostias que me pueda llegar a llevar, no hay nada más bonito que una noche a su lado. Que el lado de los momentos que erizan la piel le ha ganado la guerra al pasarlo mal y a los momentos de mierda.








Por que me la pela todo a su lado, por que nada más me importa, por que pasaré todo lo que tenga que pasar si es cogida de su brazo, por que a pesar de mi orgullo, le quiero con locura y me quedo corta

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