A sonreír se aprende habiendo llorado mucho. Cuando te suena demasiado cualquier principio. Cuando deja de sorprenderte cualquier final. A sonreír se empieza en cuanto se aprende a soñar flojito.

miércoles, abril 21

Es el verbo echar de menos.


Sentir el escalofrío, al pensar que pudiste hacer mal.
Al parecerte una niñata estúpida como muchas otras.
Y querer romper a llorar todo eso que, tienes ahí guardado, todo eso que dices que no te deja vivir por el día y dormir por las noches. Eso que te hace odiarte por no ser como él quisiera.
Por no gustarle tal y como eres. Y sin embargo, tú ,gilipollas de ti, adoras cada parte de él, adoras su forma de ser y amas todos y cada uno de esos defectos que le hacen ser tan especial. Sabes que no es perfecto, pero para ti, lo es. Es como ese tipo de droga, que es totalmente perjudicial, pero a su vez, totalmente adictiva. Aveces te hace sentir la persona más feliz del mundo, otras sin embargo, te mete muy por debajo del subsuelo y te hunde hasta dejarte totalmente frustrada y humillada. Él es droga, es una droga muy dura... y además bastante difícil de dejar...
Y además saber que nunca, jamás vas a poder estar junto a él y junto a sus defectos.
Morderle la oreja, agarrarle de la cintura, tocarle el pelo, besarle mil y una veces, decirle 9.653.875 veces al día que le quiero, a pesar de todo lo que te ha echo sufrir...
ESTÚPIDA, OLVÍDALO DE UNA JODIDA VEZ!

(No es precisamente por Luis Fernández)

No hay comentarios: