A sonreír se aprende habiendo llorado mucho. Cuando te suena demasiado cualquier principio. Cuando deja de sorprenderte cualquier final. A sonreír se empieza en cuanto se aprende a soñar flojito.

sábado, julio 3

Te deseo... si.

Menos lobos Caperucita. Vayamos al grano, seamos directos:
Eres mi vida. Sí, eres mi vida pero te deseo lo peor en la tuya:
Te deseo, que sientas una presión en el pecho cada vez que no te hablo, que tu preocupación de hablarte menos no te deje dormir por las noches. Te deseo que me eches de menos los días que no me veas, que no hablo contigo, si, te deseo que te hagan eternos no, lo siguiente. También te deseo, que llores mucho, tanto como yo lo hago por ti o más aun. Te deseo, que sientas celos al hablarte de otra persona que no seas tú y que te mueras del asco. Te deseo, que tu adicción por mi no te deje ni respirar. Te deseo.

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